Borges en Italia: Perfil de una recepción

di Enrique Santos Unamuno

NOTE

1. "Convenzionalmente si continua a parlare di fortuna quando ci sia almeno un'attenzione di critica o di pubblico di qualche dignità o consistenza, e più ancora quando attraverso una tale attenzione si delinei un discorso problematico non scontato o un fenomeno socioculturale di qualche rilevanza, anche al di là di unanimi consensi e consacrazioni [...] fino a definirsi come l'ingresso dell'autore e dell'opera in un quadro di riferimenti, dibattiti e studi critici." (Ferretti, 1988: pp. 5-7).

2. A partir de este momento utilizaremos la forma abreviada B. o el adejtivo "borgeano/a" para mitigar las inevitables repeticiones del nombre del autor presentes en un estudio de estas características.

3. Similar el caso de Alemania, en donde Gutiérrez Girardot anota la primera traducción del argentino en 1959. Se trataba de un volumen, titulado Labyrinthe, que recogía casi todas las narraciones de Ficciones y El aleph (Gutiérrez Girardot, 1976: p. 289). El crítico señala que la publicación de dicha traducción (de Karl August Horst), en un mercado lector poco favorable, pudo responder quizás a "the influence of a French collection." (Gutiérrez Girardot, 1990: p. 61). Sin duda se refiere a la colección "La Croix du Sud" de la Gallimard, creada a principios de los 50 por Roger Caillois y dedicada a la literatura latinoamericana.

4. Cesco Vian atribuye la traducción a Paul Verdevoye y Néstor Ibarra (Vian, 1980: p. 192), mientras Gérard Genot habla de Roger Caillois y de Verdevoye como traductores y de Néstor Ibarra sólo como autor de la introducción (Genot, 1969: p. 160).

5. Gianfranco Contini ha dedicado su estudio La parte di Benedetto Croce nella cultura italiana (Torino, Einaudi, 1989) a esta cuestión.

6. Un fenómeno similar señala Gutiérrez Girardot al referirse a la fortuna de Borges en Alemania, que tuvo que superar una gran cantidad de obstáculos, a partir de "a deep-seated prejudice against Latin American literature" (Gutiérrez Girardot, 1990: p. 59).

7. Umberto Cianciòlo cita la edición de 19613 de la obra de Prampolini, en la que se da por cierta la muerte de Borges en 1957 (vol. VII, p. 214). El crítico italiano ve en ello una muestra de la falta de rigor y de interés por B. de la cultura italiana de aquellos años. El error aparecería subsanado en la edición española revisada y ampliada: Historia universal de la literatura, Buenos Aires, 19582, vol. XII, pp. 430 y ss.) (Cianciòlo, 1969: p. 42). No hemos podido consultar la edición mencionada.

8. Pautasso señala dos fechas clave, 1945 y 1968. La primera daría origen al mencionado debate sobre el neorrealismo, que "si è via via isterilito, mostrando la provvisorietà delle proprie intenzioni polemiche" (Pautasso, 1979: p. 13). La segunda coincidiría con la revolución estudiantil, las agitaciones obreras del año sucesivo y la neovanguardia literaria, "mancata in maniera clamorosa sul piano della costruzione, cioè della proposta di un linguaggio autenticamente nuovo" (ibid.). Desde una angulación marxista muy diferente de la de Pautasso y sin duda más rigurosa, Gian Franco Ferretti traza la evolución de la industria cultural italiana de la posguerra hasta 1978 (procesos de producción y distribución) y sus relaciones con la crítica y la creación literarias (organización del trabajo intelectual) (Ferretti, 1979). Con respecto a los años 80 cfr. Ferretti, 1988.

9. En dicho número aparecían textos de intelectuales como Franco Fortini, Francesco Leonetti y Umberto Eco, que escribió para la ocasión su famoso ensayo "Del modo di formare come impegno sulla realtà", incluido posteriormente en la 2ª edición de Opera aperta (1967).

10. El número entre corchetes que aparece después de las obras de Borges en traducción italiana remite a la sección de este estudio "Traducciones de Borges en italiano", dispuesta de forma cronológica. En ella se encontrará información más exhaustiva relativa a dichos volúmenes.

11. En un articulo sin firma publicado en Panorama el 15 de octubre del 84, con motivo de la aparicóin del primer volumen de las obras completas de Borges en italiano, se fecha la traducción de Lucentini en 1946, sin mencionar ni editor, ni colección, ni fuente (Borges, 1984: p. 146). Con toda probabilidad se trata de un error.

12. Que la lectura de B. no era infrecuente entre la intelectualidad italiana de principios de los 50 se deduce también de otros testimonios. Leonardo Sciascia, en un artículo del 79, recuerda que la primera vez que leyó a B. había sido unos treinta años antes (es decir, entre el 49 y el 51), gracias a un amigo español que le prestó uno de sus libros (Sciascia, 1979). También la poetisa Cristina Campo, que publicará una reseña de la traducción de El aleph en Il Verri, en 1960 (Campo, 1960) debió de leerlo en ese periodo, como señala Angela Bianchini, que lo descubrió a través de ella: "moltissimi anni fa, quando lo scrittore argentino da noi non lo conosceva quasi nessuno" (Bianchini, 1977).

13. Se trataba concretamente de "La ricerca di Averroè", "La scrittura del dio" y "La casa di Asterione".

14. Se trata de "Las calles", "La Recoleta", "Calle desconocida" (de Fervor de Buenos Aires), "Mateo XXV, 30", " y "Límites" (posteriormente en El otro, el mismo ). Las cuatro primeras aparecerán reproducidas en Tempo presente, en diciembre del 63.

15. Se trataba de los siguientes editores: Seix Barral en representación de España, Einaudi de Italia, Gallimard de Francia, Grove Press de los Estados Unidos, Nicholson y Weiden Feld de Gran Bretaña y Rowolt de Alemania (Varese, 1961: p. 553).

16. Un año antes habían aparecido en la revista Il Caffé, en el número de junio, tres traducciones provenientes de dicho libro (Varese, 1961: p. 556).

17. Con toda probabilidad se trata de un pariente (seguramente el hijo) de Juan Rodolfo Wilcock, escritor argentino amigo de Silvina Ocampo y del mismo Borges que dejó la Argentina por Italia, donde vivió y siguió escribiendo (en italiano y en español). Junto con L. Bacchi Wilcock tradujo al italiano El oro de los tigres (ver [24]).

18. Una voz especial, que contribuyó a la difusión de Borges en Italia (lo definía "il più grande scrittore del mondo"; Sorrentino, 1975), fue sin duda la de Guido Piovene, enviado especial de La Stampa en Argentina, que fue uno de los primeros en resaltar la profunda argentinidad de Borges y el valor de su lírica y en manifestar su hastío por cierto metalenguaje crítico, superficial y periodístico, de bibliotecas infinitas, laberintos, tigres, espejos y espadas que empezaba a circundar en aquellos años cualquier alusión al escritor argentino (Piovene, 1965 y 1967).

19. En 1971 se publica Sei problemi per Don Isidro Parodi [16], en el 72 Cielo e inferno [17], en el 75 Cronache di Bustos Domecq [26]. Este filón de las obras y antologías en colaboración con Bioy o con otros autores no se agotará, y constituye una parte importante de la mole de traducciones de B. al italiano (cfr. [6], [19], [21], [23], [32], [35], [36], [39], [42], [43], [47], [48], [50], [53], [64] ).

20. Giuseppe Bellini, en su "Premessa" a La letteratura Ispano-americana. Dalle letterature precolombiane ai nostri giorni se refiere a la afirmación de la literatura latinoamericana a nivel mundial en el siglo XX y la achaca a los reconocimientos internacionales a algunos escritores como Gabriela Mistral, Miguel Angel Asturias, J. L. Borges, Octavio Paz, Pablo Neruda, César Vallejo y Rómulo Gallegos (Bellini, 1970: p. 5). Estamos en 1970, y la inclusión de B. en tan ilustre elenco testimonia la familiaridad que el ámbito italiano tenía ya con el escritor argentino.

21. En 1970 I teologi (basada en el relato "Los teólogos" de El aleph ), con escenificación de G. Marini, adaptado por el Gruppo Beat 72, representada en Roma. En 1972, con la dirección de Franco Enríquez, en el Teatro Stabile de Turín se representa Vangelo secondo Borges (basado en "El evangelio según Marcos" de El informe de Brodie, con inclusión de otros textos de B. traducidos por Domenico Porzio) (Vian: 1980: pp. 210-211).

22. Nacen así las ediciones borgeanas de lujo, casi un género que el mundo editorial italiano de los años 70 ha cultivado con asiduidad. En efecto, la erudición, las sugestiones y la brevedad de los textos de B. se prestan muy bien a este tipo de iniciativas. Franco María Ricci publicará la traducción de Antiguas literaturas germánicas con el título Brume, dei, eroi [19] y el Libro delle visioni di Jorge Luis Borges [32], mientras otras editoriales seguirán el ejemplo, publicando ediciones de lujo de volúmenes ya existentes, como el Manuale di zoologia fantastica [22], o iniciativas propias: Siete poemas sajones. Seven Saxon Poems [25], Norah [29], El advenimiento. Libro in bianco [55].

23. Esta colección apareció también en España, con la misma presentación y factura, editada por Siruela.

24. La animadversión hacia B. de cierta crítica "comprometida", vivida como una especie de "célébration d'un culte sacrificiel" (Bernès, 1993: p. XXIII) surge muy pronto, paralelamente a las primeras traducciones francesas. Paradigmático el artículo de Étiemble, "Un homme à tuer: Jorge Luis Borges, cosmopolite", Les Temps modernes, septiembre de 1952.

25. El nivel de estandarización y de superficialidad de dicha "vulgata" está sin duda directamente relacionado con la vasta difusión de las cabeceras en las que aparecen estos artículos. Además de diarios nacionales como Corriere della sera, La Stampa, Il Giornale o la Repubblica, tenemos semanarios como Il Mondo, L'Europeo, L'Espresso, Panorama o incluso revistas frívolas como Oggi o Playmen. Dicha difusión no hace sino confirmar el nivel de popularidad que el personaje B. había alcanzado ya en esos años.

26. En realidad, B. ya había visitado brevemente algunas ciudades italianas en su adolescencia, en los años de su estancia en Suiza (1916-18).

27. En Paoli, 1979 se mencionan dos artículos publicados con motivo de ese viaje cuya referencia bibliográfica debe ser equivocada, ya que no se hallaban en esa cabecera en el día señalado, ni tan siquiera en el mes, por lo que no aparecen en nuestra bibliografía. Se trata de Lilli, Laura, "Borges tra gli specchi, la Repubblica, 6 de mayo de 1977 y Borges, J.L., "Mia sorella Noah [sic] Borges, Il Giornale, 10 novembre 1977.

28. Domenico Porzio, crítico y poeta, es uno de los intermediarios que más han contribuido a la fortuna italiana de Borges. En 1975, en calidad de director de los "servizi stampa" de la Mondadori, había acompañado a Montale a Estocolmo con motivo de la entrega del Nobel al poeta italiano. En esa ocasión, el Ministerio de Exteriores le pidió que organizara una serie de conferencias sobre Montale en las casas de la cultura italianas más importantes del mundo. Porzio aceptó con la condición de poder ir él en persona a pronunciar el discurso en la de Buenos Aires. Montale entregó un discurso grabado para Borges a Porzio, que lo entregó al escritor argentino. quien a su vez quiso a toda costa hablar de Montale en esa ocasión. Era la primavera del 76, un año antes del viaje de B. a Italia.

29. Otro de los motivos pertenecientes a la vulgata borgeana es el del "eterno candidato" al premio Nobel, para el que fue propuesto en 7 ocasiones (Rossani, 1977: p. 108).

30. Roberto Paoli, agudo crítico y buen conocedor de la obra borgeana, ha llamado la atención sobre la necesidad de matizar los juicios exagerados en torno al "ilimitado" mundo cultural de B. en su ensayo "Per un atlante del sapere di Borges" (Paoli, 1992: pp. 9-44). Por lo que respecta al efectivo conocimiento e influencia de la literatura italiana en la obra de B., se pueden consultar los trabajos de Cro (1971), Bellini (1977), Bonatti (1977) y del mismo Paoli (1977 y 1979).

31. Con tal motivo se editó el volumen La Rosa d'Oro. Prima edizione del Premio Novecento assegnato a Jorge Luis Borges, Palermo, Novecento, 1985.

32. El volumen Una vita di poesia [57] recoge la traducción italiana de su intervención en dicho congreso, "Sognare e scrivere" (pp. 221-225).

33. La profunda influencia ejercitada por B. sobre Calvino y la común concepción de la literatura en ambos autores fue señalada por los críticos ya desde mediados de los años 70, y sobre todo a raíz de la publicación de Le città invisibili (1972). En mayo-junio de 1994, el Centro de Investigaciones Latinoamericanas de la Universidad de Poitiers celebró un Coloquio Internacional sobre el tema "Borges, Calvino, la littérature", con nutrida presencia italiana (ver los dos volúmenes de actas Borges, Calvino, la literatura, ed. de Alain Sicard y Fernando Moreno, Madrid, Fundamentos, 1996).

34. Prueba de ello es la edición alemana de Seis problemas para don Isidro Parodi, de Borges y Casares (München, Hanser, 1983), cuya introducción será encomendada al semiólogo italiano Umberto Eco (la traducción italiana de dicho texto, "L'abduzione en Uqbar", aparecerá en 1985, en el volumen de ensayos Sugli specchi e altri saggi, Milán, Bompiani, pp. 161-172).

35. El interés renovado por la poesía de Borges es visible también en la reciente publicación de una pequeña antología de poemas en la colección de quiosco "Miti Mondadori" [66].

36. Dicho término fue acuñado por Gérard Genette en su libro Seuils (Paris, Gallimard, 1987), El estudioso francés lo define así: "un certo numero di produzioni, esse stesse verbali o non verbali, come un nome d'autore, un titolo, una prefazione, delle illustrazioni, delle quali non è sempre chiaro se debbano essere considerate o meno come appartenenti ad esso [al texto], ma che comunque lo contornano e lo prolungano, per presentarlo, appunto, nel senso comune del termine, ma anche nel suo senso più forte: per renderlo presente, per assicurare la sua presenza nel mondo, la sua «ricezione» e il suo consumo, in forma, oggi almeno, di libro" (citamos la edición italiana: Genette, Gérard, Soglie. I dintorni del testo, trad y notas de Maria Cederna, Torino, Eianudi, 1989, p. 3).

 


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